La firma quiere seguir siendo líder en México al mismo tiempo que lucha por dar productos más sanos.
Empresas como Coca-Cola y Starbucks planean estrategias para disminuir el consumo calórico.
Coca-Cola (número 40 del ranking 2010 de Las 100 Multinacionales de la revista Expansión) tiene mucho que festejar en el país.
Mientras en 2009 la crisis económica hizo que el Producto Interno Bruto (PIB) nacional se desplomara 7%, la empresa registraba un crecimiento de 12.1% en su volumen de ventas y México se colocaba como el primer consumidor per cápita de sus marcas a nivel mundial, por arriba de Estados Unidos.
Pero estos resultados se han visto ensombrecidos por el problema de la obesidad. Coca-Cola, junto con otras compañías refresqueras y de alimentos, es señalada por algunas autoridades de salud y educación como uno de los culpables del sobrepeso, que se ha convertido en un problema de salud pública en toda la República.
Según datos de la Secretaría de Salud, la obesidad afecta ya a cuatro millones de niños mexicanos. Como una medida para revertir y prevenir este problema, las Secretarías de Salud y de Educación Pública acordaron que a partir de enero de 2011 se dejarán de vender oficialmente en las escuelas de nivel básico refrescos, botanas y pastelillos y sólo se permitirá el consumo de agua natural.
Desde el banquillo de los acusados, la multinacional niega tener alguna responsabilidad, pero reconoce que es un problema serio y por ello ha puesto en marcha una estrategia para contribuir a las soluciones y, sobre todo, evitar a toda costa que los consumidores satanicen sus producto
Fuente: CNNEXPANSIÓN
 
 
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